viernes, 31 de enero de 2014

He leído : El haiku de las palabras perdidas

Hoy os quiero hablar de uno de los últimos libros que más me han gustado. No tenía referencia alguna sobre él y fue una apuesta personal para forzarme a cambiar de estilo, pues soy fan de la novela negra y sino no leería otra coas. Bien, pues este forzoso cambio me ha regalado este tesoro del cual no podía apartar la vista (cuando mi hija de cuatro meses me dejaba, claro está).

Este libro narra dos historias paralelas situadas en Japón la mayor parte del tiempo. Se trata de dos tramas situadas en distintas épocas unidas por un nexo muy especial. El libro comienza contándonos la relación entre un joven holandés que perdió a sus padres y que llamaban Kazuo y una hermosa japonesa llamada Junko, hija de una maestra de ikebana. Se reunían todos los días y uno de ellos Junko propone entregarle cuatro haikus, uno por cada día, con la esperanza de besarse el día que leyesen el último haiku. (Se trata de un poema breve, generalmente formado por tres versos de cinco, siete y cinco moras respectivamente. Generalmente se basa en el asombro y el embeleso, arrobo que produce en el poeta la contemplación de la naturaleza.) 

Haiku
Esta historia se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial, cuatro días antes de que lancen la bomba atómica sobre Nagasaki, que es donde transcurre esta historia. De este modo, el día que debieran leer el cuarto haiku se lanza la bomba que destruirá por completo la ciudad en la que viven Kazuo y Junko.

El relato continúa en 2011 y nos presenta a dos nuevos personajes. El primero, Emilian, es un arquitecto defensor de la energía nuclear y que presenta en Tokio un trabajo en el que ha invertido todo su tiempo y dinero y lo pierde. Mientras trata de resolver este problema, por casualidad conoce a Mei y la historia de Kazuo y Junko. 

Aparte de las historias de amor enlazadas por el haiku, el autor nos envía varios mensajes sin ser pretencioso: el medio ambiente, los peligros de la utilización de la energía atómica y la tragedia de la guerra: los horrores de las bombas lanzadas en Hiroshima y Nagasaki, los cambios en estas ciudades donde la muerte se hace presente ( y en las consecuencias en las generaciones posteriores). Te hace pensar en lo efímera que es la vida y en como los japoneses han aprendido a superar estas tragedias. Además, nos hace valorar esos pequeños momentos que nos unen con las personas a las que amamos, viendo como esos detalles son tan significativos para Kazuo y Junko. Como ésta última decía en el libro:  "Los haikus son más que poemas. Cada uno es una emoción que aparece y al instante se desvanece, como todo lo bello de la vida.  Un parpadeo fugaz que nos muestra la esencia de las cosas".

Además de todo lo anterior, es una novela muy bien ambientada en la época en la que se desarrollan las historias, mencionando tradiciones y cultura japonesa de forma clara y sencilla, lo que hace que la novela sea fácil de leer y no se haga lenta y pesada. Los personajes que incluye están muy bien definidos. 

Por todo ello, os animo en la lectura de esta preciosa novela, la cual, a pesar de ser dura en muchos momentos, te llega directamente al corazón e incluye un mensaje de esperanza y optimismo. 


Portada del libro que reviso


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