jueves, 20 de octubre de 2016

Champiñones al estilo Julen

Ya hacía tiempo que no incluía una receta en el blog, hoy toca, no? Pues que mejor que seguir con la línea del blog que siempre busca cosas muy fáciles y rápidas de hacer. La de hoy nos la hizo nuestro amigo Julen en una visita a su casa de Toledo donde nos hizo de cicerone por la ciudad. Ya habíamos estado pero con él descubrimos muchísimas cosas más de la misma, entre ellas la sinagoga del Tránsito y su historia, lo cual te hace recordar por qué Toledo es conocida como la ciudad de las Tres Culturas  con la convivencia de judíos, musulmanes y cristianos. Esto me hace recordar que tengo que publicar al menos una entrada por esta hermosa ciudad, no dejéis de visitarla.

Bueno, que me lío, la receta de hoy básicamente es una rápida guarnición que puede sustituir o acompañar a las clásicas patatas fritas, eso ya como quiera cada uno. Nosotros normalmente sustituimos. Acompaña a las carnes a la perfección, yo creo que sobretodo si ponemos carne de cerdo y la hacemos a la plancha o frito. En casa desde hace años nos acostumbramos a hacerlo todo a la plancha, por comodidad y amplitud y no lo cambiamos. Aparte gastas lo mínimo en aceite y por tanto menos grasa que te llevas al cuerpo.


Ingredientes:
250 gr champiñones (preferiblemente frescos y laminados, sino también de lata)
1 o 2 dientes de ajo
Pimienta blanca
Guindilla (opcional)
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
A decir verdad, la receta original llevaba cebolla, pero nosotros hemos eliminado este ingrediente con el tiempo, ahí como veais.


Elaboración:
En una sartén pequeña o en un cazo, añadimos un par de cucharadas de aceite de oliva y calentamos a fuego medio. 







Mientras tanto, picamos los dientes de ajo muy finitos y cuando el aceite esté caliente, lo sofreímos un par de minutos. Si nos apetece darle un toque picante, añadimos en este momento la guindilla o guindillas al gusto.




Removemos un poco y a continuación añadimos pimienta blanca al gusto. En nuestro caso, solemos echar tres o cuatro veces de un tarro de especias, hasta que el fondo del cazo más o menos tome el color de la pimienta, quede cubierto por ella. También se puede utilizar pimienta negra si queremos potenciar el sabor, nosotros en este caso nos solemos decantar por la blanca. Removemos un poco para que la pimienta vaya liberando su esencia y a continuación sofreímos los champiñones, cuidado que liberan bastante agua no os vaya a saltar. 



El tiempo dependerá de los champiñones utilizados, buscamos que se reduzcan a la mitad de su volumen aproximadamente y en el caso de los frescos tardan un poquitín más en hacerse pero personalmente, creo que merece la pena. En todo caso, nunca superan los quince minutos, por lo que animaros. Si son de lata yo diría que en 5/7 minutos tendréis lista la guarnición. Ya veis que no se tarda nada, nada y ya podríais añadirlo sobre la carne o en un plato aparte. La salsilla que suelta está de toma pan y moja, no os perdáis lo buena que está.

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